Las células troncales son aquellas que dan origen a los glóbulos rojos, a los glóbulos blancos y a las plaquetas, elementos sanguíneos de cuya función depende en gran parte la vida.
De cada diez mil células que hay en la médula ósea, una es troncal, es decir, madre del sistema productor de sangre o hemopoyético.
Células troncales o totipotencial
Toda célula troncal es totipotencial, lo que significa que a partir de su diferenciación se generan otras células, en este caso las componentes de la sangre. En otras palabras, son esencia de vida.
La muestra más grande de la capacidad totipotencial es la del óvulo fecundado, célula única inicial que da origen a todo el cuerpo humano.
De ella nacen piel, pelo, hígado, intestino, riñones, ojos, cerebro. Crecen las líneas que forman la células nerviosas, las de las gónadas, las que forman las líneas de células de la sangre, etc.
Es indudable que el proceso de diferenciación a partir de una célula totipotencial es una de las manifestaciones más importantes de la vida. Significa formación y crecimiento del cuerpo.
La médula ósea
Es en la médula ósea, sustancia blanda que se encuentra en las cavidades de los tejidos óseos, donde están las células troncales.
Con capacidad de auto-mantenerse, reconocen siempre este lugar como su nicho.
Aunque las células troncales se pueden extraer del cuerpo y luego volver a reincorporar, a través de la circulación, siempre van a volver allí, a la médula roja de los huesos planos y esponjosos (pelvis, base del cráneo, costillas, esternón).
Es en este reconocimiento del lugar de origen que radica, en gran parte, el éxito del trasplante de médula, como tratamiento para corregir muchas enfermedades que afectan a las células troncales.
Tales como la deficiencia de glóbulos rojos (anemia), el exceso de glóbulos blancos (leucemia), el aumento excesivo de glóbulos rojos (policitemia) y muchas otras afecciones.