Este dinosaurio, un poco más alto que un hombre promedio, era de cabeza pequeña, en comparación con su cuello, tronco y extremidades. Sus patas traseras eran más grandes y macizas que las delanteras, pero igualmente podía andar tanto como un bípedo que como un cuadrúpedo, aunque siempre arrastrando la cola por el suelo.
La existencia de fuertes garras en sus pezuñas ha hecho dudar a los paleontólogos de si estas eran usadas solo para defenderse de los predadores y arrancar las hojas de los árboles o también las ocupaba para desgarrar la carne de otros animales, lo que significaría que, aparte de herbívoro, pudo haber sido carnívoro.
Los anchisaurios fueron los primeros dinosaurios que podían extender su cuello para alimentarse de hojas tiernas y jugosas que crecían en las partes más elevadas de los árboles. Asimismo, podían comer, ya en cuatro patas, vegetales que se encontraban a ras de suelo. Sus dientes afilados tenían sus bordes en forma de sierra. Se cree que poseía mejillas que le ayudaban a retener el alimento mientras lo masticaba, pudiendo, de esta manera, tragar grandes cantidades de comida,la cual era procesada directamente en su estómago y no en la boca. Esta característica lo diferenciaba de otros dinosaurios ya que, en los demás, era en la boca donde comúnmente se iniciaba la digestión, a través de la acción de jugos especiales que se encontraban en ella.
El último de la familia
El anchisaurus habitó el planeta a principios del periodo Jurásico, en la era Mesozoica, en una época en que gran parte de los prosaurópodos ya se habían extinguido. Hasta hoy, se conocen solo tres especies de este dinosaurio.
El fósil desconocido
En 1818 fueron hallados los restos fósiles del anchisaurus, en connecticut, Estados Unidos, siendo el primer dinosaurio descubierto en Norteamérica. Sin embargo, al principio fueron confundidos con los de un ser humano y solo en 1855 se determinó que correspondían a un dinosaurio. Es más, recién en 1912 fue designado con el nombre que se le conoce actualmente.