Un grupo de expertos encontró un nuevo emplazamiento paleontológico en Loulle (Jura), este de Francia, que podría albergar hasta 1.500 huellas de dinosaurios y que será sometido el próximo verano a intensas excavaciones.
Medio millar de huellas se han contabilizado en un tercio de la superficie del emplazamiento que está al descubierto, explica Jean Michel Mazin, director de investigaciones en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS), que se prepara para dirigir las excavaciones dentro de unos meses si se han juntado los fondos necesarios.
Los animales pertenecen a la familia de los saurópodos, grandes herbívoros de largo cuello y entre 30 y 40 toneladas de peso, que vivieron en la región hace 155 millones de años. El este de Francia estaba cubierto entonces por un mar de agua caliente y poca profundidad.
«No es algo único, pero sí excepcional«, estima Mazin. «En sólo un tercio de superficie al descubierto ya hemos contado medio millar de huellas. Las más pequeñas miden 20 centímetros de diámetro y las más grandes 90. Pensamos que en total hay entre mil y 1.500«, precisa.
Estas huellas están localizadas en una antigua cantera calcárea situada en las afueras del pueblo de Loulle (200 habitantes). Algunas llevan treinta años al aire.
El descubridor, en 2004, fue Jean François Richard, un geólogo que se fijó en las huellas mientras hacía ejercicio físico al aire libre. «Tengo la vista algo acostumbrada«, reconoció. onsciente de que el descubrimiento era muy importante, lo pensó mucho antes de darlo a conocer. «Tenía miedo de que alguien reivindicara el descubrimiento«, dice.
En junio de 2007, se iniciará en principio la primera gran etapa de las tareas: la superficie de 3.000 m2 de la antigua cantera calcárea será limpiada, fotografiada y escaneada con el fin de disponer con precisión de todos los datos técnicos.
El estudio de los científicos durará de uno a tres años. «Sabemos que numerosos ‘bichos’ pasaron por ahí, pero tenemos que determinar en qué dirección y si pasaron varias veces«, indica Jean-Michel Mazin.
La etapa final será la valorización del emplazamiento, que dependerá de los políticos, pero que los científicos están dispuestos a secundar.
Entre tanto, los equipos, que temen una llegada masiva de curiosos a Loulle, donde ya son numerosos desde hace unas semanas, recuerdan que este lugar es frágil y debe ser cuidado.
En 2004, otro emplazamiento con huellas de dinosaurios, menos importante, fue descubierto en Coisia, en la parte sur del mismo lugar. (Agencias)