Uno de los más terribles enemigos de los herbívoros de mediana y mayor envergadura fue el Allosaurus. Solo un ejemplar de este gran carnívoro era capaz de matar a un animal de 7 u 8 metros de largo, prácticamente de un golpe. Se cree que acechaba a sus víctimas, sobre las cuales se lanzaba cuando las tenía cerca.
Sus afilados dientes y letales garras hacían el resto. Las presas de este depredador eran individuos enfermos o jóvenes. Sin embargo, también mataba pequeños carnívoros.
El Allosaurus, cuyo nombre significa «reptil extraño» en latín, fue descubierto en 1877, cuando sus restos fósiles fueron hallados en Colorado, Estados Unidos. También vivió en Australia y África.
Se estima que pesaba más de dos toneladas. Más grande que un elefante, poseía unas fauces capaces de arrancar la cabeza de un pequeño dinosaurio, cuyos dientes (70 en total) tenían forma de sierras, los cuales eran reemplazados si los perdía. Su larga cola (con más de 50 huesos) servía para equilibrar su pesado tren delantero. Sus patas traseras, muy robustas, poseían una garra adicional en el tobillo.
Los científicos calculan que podía correr erguido, utilizando sus dos largas extremidades inferiores, a una velocidad máxima de 10 km/h (lo mismo que un corredor de pruebas de fondo), con pasos que alcanzaban, en promedio, los 4 metros de largo.
Familia carnal
El Allosaurus perteneció a una orden particular en la clasificación de los dinosaurios: los carnosaurios. Esta fue una clase creada por los paleontólogos para agrupar a las carnívoros más grandes, cuyo tamaño alcanzaba entre los 6 y 15 metros de largo.
Pata de ave
Las pezuñas del Allosaurus eran muy similares a las que tienen las aves contemporáneas, aunque su estructura era pesada, para sostener el enorme cuerpo. El primer dedo se ubicaba en el tobillo. El resto se distribuía en la base y eran anchos y toscos, para que este terópodo pudiera mantener el equilibrio mientras caminaba o corría tras sus presas.
Alimento
Una de las presas más frecuentes en la dieta del Allosaurus fue el Camptosaurus, un herbívoro que podía medir hasta 7 metros de largo. Generalmente, se desplazaba sobre sus patas traseras, aunque se cree que también lo hacía en cuatro patas, debido a que tenía pequeñas pezuñas en sus extremidades delanteras. Con las hileras de sus cientos de dientes podía comer tallos muy duros. Se han descrito más de 10 especies de este dinosaurio ornitópodo.
Trampa mortal
La serie de hallazgos realizados en Utah, Estados Unidos, han comprobado la teoría de que los allosaurus también cazaban en manada. Según los científicos, los fósiles de todos los tamaños y edades descubiertos en el lugar, se explicarían por un ataque que estos dinosaurios efectuaron en masa contra un grupo de herbívoros atrapados en el barro, lo que fue una trampa mortal, tanto para las presas como para los depredadores.