Como muchos animales, el águila harpía (Harpia arpyja) es una especie en vías de extinción; y las razones tienen que ver con la disminución de su alimento, producto de la caza indiscriminada del hombre, y con la persecución implacable que han llevado a cabo los nativos que comparten su territorio. Incluso éstos conservan desde hace mucho tiempo el hábito de sacar de los nidos a los recién nacidos con el fin de domesticarlos.
Pero una forma de conservar esta especie se relaciona con la mantención de la selva tropical, ya que si ésta continúa desapareciendo al ritmo que lo hace, no se podrá salvar a la harpía.
Un dato curioso que rodea a la harpía, y que se da en territorio peruano, es que cuando una nativo logra capturar un ejemplar adulto «recorre el poblado puerta a puerta cobrando una especie de tributo en huevos, gallinas, trigo u otra mercadería, por haber librado a la selva de un animal tan peligroso».
La harpía es una poderosa ave rapaz entre cuyo alimento se encuentran todos tipo de aves, incluso las más grandes, y una gran variedad de mamíferos como los monos, perezosos y puerco espines arborícolas, todos los que a penas la ven arrancan desesperados.
Esta ave tiene patas muy poderosas, cubiertas parcialmente con plumas y provista de unas grandes y poderosas garras que le sirven para atacar a sus presas. Sus alas y cola están adaptadas a la vida del bosque, ya que las primeras son redondeadas, anchas y cortas de manera que cuando las recoge apenas alcanza la mitad de la longitud de su cola, la que es muy larga y cuadrada.
La harpía tiene un copete de grandes plumas que además de darle un aspecto temible, la ayuda a mimetizarse en la vegetación del bosque. Sus patas terminan en unos pies robustos y tan grandes como la mano de un hombre, con dedos largos y anchos datados de poderosas garras. Su plumaje es suave y denso, muy parecido al de las aves rapaces nocturnas; la cabeza y cuello son gris claro.
Esta ave se puede encontrar desde México, a través de toda América centro meridional, hasta Paraguay y Argentina, así como también desde la cordillera de los Andes hasta el límite con Colombia. Pero como ésta es un ave tremendamente sensible y exigente con su medio ambiente y, por supuesto, con las modificaciones que éste pueda sufrir, su lugar de distribución se ha ido achicando.
Clasificación científica
Las águilas pertenecen a la familia Accipítridos, orden Falconiformes. El nombre científico del águila harpía es Harpia arpyja.