El caso del conejo es un claro ejemplo de cómo el hombre puede llegar a alterar la naturaleza. Este animal fue sacado de su lugar de distribución y llevado a Australia en el siglo XIX; como consecuencia se multiplicó en forma desmesurada ya que no tenía los depredadores naturales. Así, los conejos se transformaron en una plaga que afectó directamente los cultivos de ese país. Hubo muchos intentos de controlar esta verdadera invasión, pero fue inútil. Así que se optó por introducirles la mixtosis, que es una enfermedad descubierta en los conejos brasileros y que resultó ser letal para los ejemplares europeos.
Existen varias especies de conejos, siendo el europeo el más común y el que todos conocemos. Este mamífero pertenece a la familia de los lepóridos, de la que también es parte la liebre. La diferencia entre estos dos animales tiene que ver con el tamaño así como con la longitud más reducida de las orejas y patas traseras. Los conejos tienen la cola más corta y las patas posteriores más largas que las anteriores.
El conejo es originario de la zona mediterránea, pero hoy se puede encontrar en cualquier parte del globo, gracias a su enorme capacidad de adaptación a cualquier medio y su alto índice de reproducción. Imagínate que puede tener entre tres y seis partos al año y en cada uno pueden nacer entre cuatro y 12 crías, las que llegan a este mundo ciegas y sin pelaje. El período de gestación dura cerca de seis semanas.
Aunque el conejo europeo es el más conocido, existen otros, como el originario de América que se le parece mucho. Este pertenece al género Sylvilagus, junto con otras 13 especies, entre los cuales el más conocido es el conejo de cola de algodón. Además, existen conejos gigantes que pesan hasta nueve kilos. Estos se crían en España y Bélgica.
Estos mamíferos son herbívoros y acostumbran a vivir en colonias constituidas por varias familias. Un detalle curioso de los conejos es que cuando sienten algún peligro, golpean el suelo con sus patas traseras en señal de aviso.
Mascota
Aunque no es una de los animales más requeridos en las tiendas de mascotas, los conejos suelen ser una buena y tierna mascota. Y aunque la mayoría del tiempo tiene que estar tras las rejas (jaula), no hay nada más rico que tomarlo en brazos y acariciar su suave y delicada piel.
Si tienes ganas de tener un conejo no tendrás muchos problemas ya que es un animal que requiere pocos cuidados. Solo debes preocuparte de que tenga siempre un recipiente con agua fresca y que su alimento principal sea pelet.
Clasificación científica
Los conejos y las liebres pertenecen a la familia de los Lepóridos, dentro del orden de los Lagomorfos. El conejo común es la especie Oryctolagus cuniculus, el conejo de volcán es Romerolagus diazi y el conejo de cola de algodón pertenece al género Sylvilagus. El nombre científico de la liebre común es Lepus capensis (si se consideran dos especies, Lepus capensis es la especie mediterránea, y Lepus europaeus la europea). La liebre variable es Lepus timidus y la liebre de California Lepus californicus.