A principios del siglo VII d.C., mientras Europa se hundía en esa «noche de la historia» conocida como Edad Media, apareció en Arabia (Cercano Oriente) una nueva religión monoteísta (es decir, que cree en un solo dios), llamada islamismo o religión musulmana. Era la tercera que surgía en esta área del mundo, especialmente propicia a la especulación religiosa, que con anterioridad había visto primero el nacimiento del judaísmo y más tarde del cristianismo.
Entre los siglos VI y VII, en su afán de conversión el islamismo conquistó gran parte de África, de Asia y penetró hasta Europa, dominando desde España hasta la India. Fue la causa primera de las más grandes y prolongadas guerras de la Edad Media, las Cruzadas. Desde su creación, sus progresos han sido continuos; aún hoy, ninguna religión gana tantos prosélitos como él. Se estima en más de 1.300 millones los musulmanes que hay en el mundo, lo que la hace la segunda religión en importancia en la actualidad (algunas estadísticas la ponen en el primer lugar).
Razas y lenguas
El mundo islámico comprende diversas razas y lenguas. El árabe, la lengua de Mahoma, el persa y el turco son los tres principales idiomas hablados. Aunque todos ellos se escriben en alfabeto árabe (con la excepción del turco moderno) y, por lo tanto, parecen iguales a la vista, estos tres idiomas son diferentes. De la misma manera, turcos, persas y árabes son pueblos muy diferentes desde el punto de vista étnico.
En la actualidad, al Islam pertenecen cientos de millones de personas alrededor del todo el mundo: desde el norte de África hasta el sureste asiático. Así, reúne a gente de muchas razas, idiomas y niveles económicos y sociales.