Es por ello que el rey católico Fernando apoyó la expedición del navegante portugués Juan Díaz de Solís, quien descubrió el Río de la Plata (1516).
Sin embargo, fue Hernando de Magallanes (1519-1522), bajo el reinado de Carlos V, quien encontró el estrecho que permitiría llegar a Oriente, hecho que también representa el primer acercamiento a tierras chilenas.
Primeras expediciones en territorio chileno
Hernando de Magallanes, marino portugués al servicio de la corona española, partió con cinco naves desde Sevilla, en 1519. Esta expedición siguió la misma ruta de Solís, bordeando las costas sudamericanas desde el río de la Plata al sur. Llegaron a la zona que nombraron como Patagonia –debido a las huellas que dejaban sus habitantes que creían eran de gran estatura– y, el 1 de noviembre de 1520, descubrieron el estrecho que hoy lleva el nombre de Magallanes y que era el paso que unía el océano Atlántico con el Pacífico. Al atravesar este estrecho, Magallanes creyó que se encontraba en la parte más austral del continente y que la región al sur debía ser una isla y la denominó Tierra del Fuego, debido a la gran cantidad de fogatas que se veían a lo lejos. Y así reconoció la parte austral del actual territorio chileno.
Tras la exploración del estrecho durante 27 días, llegaron a mar abierto. El inmenso océano era muy tranquilo -a diferencia de las tempestades que los habían azotado en el Atlántico-, por lo que fue llamado Pacífico. Con el nuevo nombre, quedó desechado el de Mar del Sur de Vasco Núñez de Balboa.
Después de recorrer el estrecho, atravesó el Pacífico y descubrió el archipiélago Las Marianas y las islas Filipinas, en una de las cuales fue muerto (1521). Luego de haber dado la vuelta por África y completar la primera vuelta al mundo, bajo el mando de Juan Sebastián Elcano, esta expedición volvió a España en 1522. Con esta expedición se comprobó que la tierra era redonda.
La segunda expedición que pasó por el estrecho fue la dirigida por fray Juan García Jofré de Loaiza y su objetivo también era llegar al Oriente. Una de sus naves fue arrastrada hacia el sur por los temporales antes de penetrar en el estrecho, llegando hasta el paralelo 55¼. Al regreso, su capitán Francisco de Hoces declaró haber llegado al fin de las tierras. Se trataba de lo que hoy conocemos como Cabo de Hornos (1526).
El primer español en Chile
Fue un oscuro soldado pizarrista, conocido como Gonzalo Calvo Barrientos. Este habría huido avergonzado desde el Perú y se habría instalado en el valle de Aconcagua, luego de haber sido castigado y condenado por Pizarro a la pérdida de sus orejas. Aquí trabó amistad con Michimalongo y pronto adoptó las costumbres de estos nativos.
A la llegada de Diego de Almagro, Calvo Barrientos aconsejó a los indígenas someterse y no oponer resistencia. Cabe destacar que, a pesar de que Calvo Barrientos llegó a Chile antes que este conquistador, no se le considera el descubridor de nuestro país, porque se transculturizó, es decir, adoptó la cultura indígena y dejó de lado la occidental.