En el uso popular, las palabras «simio» y «mono» se emplean como sinónimos, pero en la jerga zoológica suele distinguirse entre ambos por influencia del inglés, idioma en el que los términos equivalentes monkey y ape tienen diferente significado. Así, en dicha jerga científica, los monos actuales comprenderían a los Platyrrhini (monos del Nuevo Mundo), y a los Cercopithecoidea (monos del Viejo Mundo) pero no los primates hominoides más cercanos al hombre como el orangután, el gorila, el chimpancé y los gibones, que serían simios. A diferencia de éstos, los monos poseen por lo general cola, tienen un esqueleto más primitivo y son más pequeños. Este uso de la palabra simio como traducción de la palabra inglesa ape, restringida a los primates sin cola, es erróneo, y no corresponde al castellano. Se recomienda para este uso la palabra hominoideo.
Los monos varían mucho en tamaño y forma. Su tamaño puede ir desde los 140-160 milímetros de largo y 120-140 gramos de peso (Callithrix pygmaea), hasta un metro de largo y 35 kilogramos (el Mandril).
Algunos son arborícolas y otros viven en la sabana. Su dieta difiere entre las numerosas especies, pero en general se compone de los siguiente: fruta, hojas, semillas, nueces, flores, huevos y pequeños animales.
Algunas características comunes a los grupos; la mayoría de los Monos del Nuevo Mundo tienen colas prensiles mientras los del Viejo Mundo tienen colas no-prensiles o simplemente no tienen cola visible. Aunque ambos grupos tienen los ojos dirigidos hacia adelante, las caras de los monos del Viejo y del Nuevo Mundo se ven diferentes, gracias a características como el tipo de nariz, mejillas y trasero.