El 6 de junio de 1882, Henry W. Seely presentó en la oficina de patentes de Nueva York los planos para construir la primera plancha eléctrica.
Primeras patentes
Durante el siglo XIX, el desarrollo industrial de las técnicas de planchado ofreció nuevas experiencias muy eficaces, utilizando como métodos de alimentación el gas, el alcohol o el agua hirviendo. Sería Henry W. Seely el primer padre registrado de este artefacto tan útil, puesto que en junio de 1882 llevó a la oficina de patentes de Nueva York unos planos que recogían los pasos para la construcción de la primera plancha eléctrica.
Habría que esperar varios años para que este proyecto fuese realmente rentable en el ámbito doméstico, puesto que aún en aquellos años, la red eléctrica no estaba plenamente extendida.
Con el tiempo, su uso se generalizó y comenzaron a incluirse nuevas funcionalidades, como el termostato de Joseph W. Myers en 1924 o el dispensador de vapor de la compañía Eldec en 1926.