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La escritura básica egipcia fue la jeroglífica (nombre que le dieron los griegos y que significa grabado sagrado). Estaba compuesta en un principio por signos ideográficos que representaban objetos concretos. Poco a poco algunos d esos signos se hicieron convencionales y se usaron para representar ideas abstractas. Como estos signos no permitían escribir palabras complicadas se introdujeron signos fonéticos que podían ser jeroglíficos de sílabas o de letras consonantes. Y así se llegó a una especie de abecedario con 24 consonantes. Esta es la base del alfabeto que más tarde perfeccionarían los fenicios; pero los egipcios no llegaron a este perfeccionamiento.

En vez de escribir con letras consonantes del alfabeto, siguieron usando los antiguos ideogramas, de modo que la escritura jeroglífica llegó a ser una mezcla de jeroglíficos figurativos simbólicos y fonéticos, de sílabas y de letras, pasando el número de signos a más de cuatro mil. Como eran muy difíciles para escribirlos, estos signos fueron más tarde simplificados, dando origen a una escritura cursiva más fácil para escribir, pero más difícil para leer: la hierática.

De esta escritura se derivó una más rápida, con numerosas abreviaturas, la demótica. Se la usaba sobre todo en el comercio. Sus signos se caracterizaban por las abreviaturas y los perfiles redondeados que simplificaban el elemento pictórico. La escritura demótica aparece por vez primera en los círculos mercantiles en el siglo VIII a. C. Posteriormente se generalizó en todo Egipto.
La escritura jeroglífica se conservó hasta desaparecer en el siglo III. Se usaba para los textos religiosos o inscripciones monumentales. Era eminentemente decorativa. A partir del siglo II se introdujo la forma griega de escribir y la egipcia fue muriendo, hasta desaparecer hacia el siglo V.

Al mismo tiempo la lengua copta ( mezcla de egipcio, griego y abisinio ) reemplaza al antiguo idioma… y así se perdió totalmente el conocimiento de la escritura egipcia. Y la gran historia de ese pueblo, maravilloso, a pesar de la riqueza de documentos, quedó en tinieblas por quince siglos.

Corresponde al sabio francés Francisco Champollion ( 1790-1832 ), joven profesor de la Universidad de Grenoble, la gloria de dar en 1822, la clave para descripción de la escritura egipcia.

Base de los trabajos de Champollion fue una piedra encontrada en el delta, cerca del pueblito de Roseta, por un oficial de Napoleón en 1799. Esta piedra contenía un decreto, dictado el año 196 a.C. por los sacerdotes egipcios, en el que dicen que en agradecimiento a los favores recibidos por el rey Ptolomeo Epifanio V, quien les reconoció todos sus derechos y les libró de algunos impuestos, el sacerdocio ha erigido en todos los templos una imagen del monarca, perpetuando esta decisión en dicha piedra.
La inscripción está escrita en signos jeroglíficos, escritura demótica y griega.

Con los trabajos de Champollion nace la Egiptología, que ha permitido conocer mucho más a este admirable pueblo.
Más información en Icarito:
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