O «país del medio» eran los nombres que le dieron los chinos a su tierra durante milenios, porque la consideraban el centro del mundo. Esto era un evidente error geográfico, pero si en lugar de atender a su ubicación se considera lo que China ha representado y representa en términos culturales (y hoy económicos) para el resto del mundo, la idea de «estar en el medio» no está tan errada.
La historia de esta civilización comienza hacia finales del tercer milenio, cuando pueblos nómades procedentes del desierto de Gobi se establecieron en la cuenca del Hoang-ho (río Amarillo). Aquí nacieron las primeras dinastías que fueron la base de uno de los imperios más perdurables de la historia.
China, cuyo nombre oficial es República Popular de China (desde 1949), cubre hoy una vasta zona del centro y sudeste de Asia. Es la nación que tiene más habitantes en el planeta, con 1.306.313.812 (2005), lo que representa cerca del 25% de la población mundial y es el tercer país más extenso después de la Federación Rusa y de Canadá, con 9.596.960 km2.
Este país limita por el norte con Mongolia y la Federación Rusa, con Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Afganistán y Pakistán por el oeste; con Corea del Norte y los mares Amarillo, de China Oriental y Meridional, al este; con India, Nepal, Bután, Myanmar, Laos y Vietnam, al sur.
Su ciudad capital es Beijing (Pekín) y administrativamente el país está dividido en 23 provincias (incluida Taiwan), cinco regiones autónomas (entre ellas, Mongolia Interior y Tíbet) y 4 municipios (entre ellos, Beijing y Shanghai). Además, Hong Kong y Macao se consideran regiones administrativas especiales.
China es un Estado comunista cuyo jefe es el presidente, cargo ocupado hoy por Hu Jintao. Bajo su autoridad, se encuentra el Consejo de Estado, que es encabezado por el primer ministro, que en la actualidad es Wen Jiabao. El presidente, Hu Jintao, y vicepresidente, Zeng Qinghong fueron elegidos por la Asamblea Nacional.
Tierra de diversidades
Dada su extensión, China contiene, como es obvio, una gran variedad de paisajes y de zonas climáticas. En el este, a lo largo de la costa de los mares Amarillo y de China Oriental hay llanuras aluviales con alta concentración de población. La zona litoral del mar de China Meridional se caracteriza por la presencia de montañas. En el sur, el relieve muestra pequeñas cordilleras y la abundancia de lluvias. En el centro del país están los deltas de los dos mayores ríos, el Amarillo y el Azul (Yang-tse-Kiang).
Al oeste, predominan las altas montañas, como las del Himalaya, y también las altiplanicies caracterizadas por la aridez de los desiertos TaklaMakan y Gobi.
En el plano de la diversidad, China también destaca por la variedad étnica de su población. Así, a pesar de que el 90% está constituida por el grupo han (chinos), conviven otras 55 etnias, entre ellas: mongoles, hui, tibetanos, uygur, etc. También coexisten varias religiones, tales como: la confucionista, la taoísta, la budista, el Islam y la católica.
El dragón se despierta
Resistente como la seda, pero flexible como el bambú, así se podría definir la economía de China. Es que en las últimas décadas, el dragón asiático llevó a cabo procesos de apertura económica, amplio fomento a la creación de empresas privadas e impulso a la inversión extranjera, pero siempre el Estado mantuvo su función planificadora y controladora. Esto, combinado con un hábil manejo diplomático hizo que China empezara a recuperar su antigua supremacía en Asia.
Según los cálculos del Banco Mundial, este país se convertiría en la segunda economía del mundo (después de EE.UU.) en los próximos cinco años y en la primera, en el 2050.
El vertiginoso crecimiento económico de los chinos no solo ha influido en su propio territorio y continente, sino que ha impactado a todo el planeta. Esto porque China, además de convertirse en un gigante exportador, también es hoy un gran consumidor y así, por ejemplo, compra cerca del 40% del cemento del mundo.
Además, los grandes volúmenes que mueve su comercio exterior hacen que de estos dependan el crecimiento de otros países, por ejemplo, de la economía china depende cerca de un 20% del crecimiento alemán.
No obstante, algunos analistas temen que la rápida expansión de China, que hoy ronda el 9%, podría llevarla al colapso (por subida de precios, aumento de créditos, etc.) y con ello arrastrar a la economía mundial.
En la actualidad, los principales productos exportados por China son: maquinarias, textiles, calzado, juguetes, artículos químicos y electrónicos. Del exterior, los chinos importan: productos high tech, petróleo y acero.