El wakeboard es uno de los tantos deportes extremos que han aparecido en los últimos años, y que está causando mucha sensación por el nivel de adrenalina que se experimenta al practicarlo, y verlo, y por los desafiantes trucos que se realizan en cada salto.
En pocas palabras el wakeboard consiste en realizar intrépidos saltos y giros, utilizando una tabla que se enfrenta a las olas formadas por la embarcación que tira del wakeboarder, tras surcar el agua.
El free style es la única modalidad del wakeboard, pero contempla creatividad, estilo y dificultad de las pruebas. En un tramo determinado el deportista debe realizar la mayor cantidad de saltos y figuras. Se toma en cuenta la elevación, la longitud de movimientos, la agilidad, el tamaño de la ola y la velocidad de desplazamiento.
Como no todos los botes son poderosos, los estadounidenses inventaron los «fat sacks» o bolsas de agua que se colocan en la popa de la lancha. La idea es distribuir el peso y acentuar la magnitud de la ola.
Si a lo anterior agregamos un lago como espejo, el deslizamiento será espectacular.
La generación extrema
Hace muy pocos años Estados Unidos se convirtió en la cuna del wakeboard, que nació inspirado en el surf y tiene sus raíces fuertemente vinculadas al snow y al skate. Es muy similar al esquí acuático hasta que comienzan las acrobacias.
A pesar del rechazo de los puristas de la disciplina del esquí acuático, la tabla de surf reemplazó a los convencionales esquís. La idea prosperó y se creó un modelo más elaborado que permitía realizar atractivos giros y trucos sobre el agua: se le bautizó skurfer. El prototipo consistía en una tabla ovalada que terminaba en punta y en la parte inferior de la cola tenía tres quillas para otorgarle estabilidad. En la base estaban los stamps o fijaciones. Finalmente la evolución del esquí acuático llegó a conocerse como wakeboard, tabla que por sus dimensiones y diseño logrados es mucho más estable, liviana e ideal para las pruebas acrobáticas.
De las tres quillas del skurfer se pasó a una sola, permitiendo el deslizamiento con cualquiera de sus puntas y las fijaciones se volvieron más sofisticadas, dando firmeza a los pies y precisión en los movimientos.
A nivel competitivo se ha criticado mucho el sistema de puntuación y la actitud de los deportistas que quieren ganar dinero y auspiciadores realizando sólo las piruetas que más puntaje otorgan, perdiéndose así la esencia del wakeboard. Esta opinión no es exclusiva de los exigentes fanáticos de este deporte extremo, sino que de los mismos deportistas como Thomas Horrel o Scott Byerly. Para suerte de los wakeboarders todo está cambiando radicalmente. Las competiciones se realizan con el sistema llamado Free Riding o Expression Session, con los que se puntúan estilo, altura, agresividad, dificultad, imaginación y fluidez.
Vocabulario para entender el Wakeboard
Todos los deportes poseen un vocabulario de movimientos, trucos, estilos y pruebas, que entienden los más allegados a la especialidad. Conocer las palabras, muchas veces en inglés, hace fácil comprender el objetivo principal de la práctica.
¿Habías oído del heelside o del toeside?. Bueno, a continuación te explicaremos parte del idioma de los wakeboarders.
Toe quiere decir en inglés dedos del pie y hell es el extremo contrario del pie, es decir, que el movimiento será tocar la ola primero con los dedos.
Switch: significa marcha atrás.
Tantrum: Salto mortal hacia atrás.
Si los mezclas todos estarás haciendo un switchstance toeside backside 360°. Hay un total de 8 alternativas o posibilidades para realizar un 360°. OK!
Air Raley o Superman: Planeo elevado y prolongado con el cuerpo paralelo al agua.
Hoochie-Glide: Raley con una mano agarrando la tabla.
Indy: Tomar la tabla en el centro mientras dura el salto, con una mano.
Back-Roll: Salto mortal de costado, conocido como «flip».
Whyrlybird: Tantrum con giro de 360° en el aire.
Giros: 180, 360 y 540.
Lo que hace tan atractivo el Wakeboard son los grabs y las rotaciones.
Implementos para practicarlo
Para practicar wakeboard es necesario contar con una lancha, un conductor y una polea. Ahora, el wakeboarder necesita un wakeboard que debe poseer ciertos aspectos y características. Según los entendidos en la materia, la tabla debe ser proporcional a su peso, es decir que, mientras más pesa más larga debe ser, por ejemplo, si pesa menos de 70 kilos se recomienda una de 135 centímetros y si pesa más de 80 kilos, el tamaño debería bordear los 147 centímetros. El ancho varía entre los 38,1 y 45,7 centímetros. La curvatura va de los 4,8 y 5,6 centímetros. Por otra parte está el peso: 2,6 kilos la más liviana y 3,3 la más pesada.
Aquellos wakeboarder que prefieren realizar muchos grabs y rotaciones utilizan tablas más cortas y anchas ya que son más fáciles de hacerlas girar. A su vez, los aterrizajes son mejores. Un estilo más agresivo y arriesgado requiere de una tabla más delgada, esto ayuda a adquirir más velocidad. Quienes usan estas wakeboards son los osados que gustan de realizar Raileys y S-Bends.
Las fijaciones son uno de los implementos más importantes. Las hay de estilo sandalia y botín. Las primeras dicen que se salen con facilidad, sobre todo cuando el wakeboarder va en el aire. Las fijaciones cuando el deportista cae, se sueltan inmediatamente lo que ayuda a prevenir lesiones y cortes de ligamentos de las rodillas. Además algunas son acolchadas en la suela y otras tienen velcros.
Hay botas de distintas marcas, modelos y precios diferenciándose en estética y seguridad.
Con moto
No sólo la lancha sirve para tirar al wakeboarder, las motos de agua también pueden llevar a estos locos a realizar rápidos movimientos y trucos de un nivel increíble.
La cuerda se ata a la popa de la moto y se espera el tirón. La tabla debe ser más larga que las comunes y la moto bastante potente con un chofer fuerte y experimentado. La ventaja es la posibilidad de surfear varios kilómetros, utilizando las olas como rampas.
Otra modalidad es la llamada skurfing que es el antecesor del wakeboard. Consiste en dejarse tirar por la moto utilizando una pequeña tabla de surf.
