¿Desde qué año se baila cueca en Chile? Esa es una de las principales interrogantes que giran en torno a este baile nacional. Sin embargo, existen registros de que bailamos la Cueca, aproximadamente desde 1824.
En los salones de música (casa de canto) se ejecutaba con arpas y guitarras, y en el campo se armaban tabladillos especiales para los bailarines, acompañados de guitarras y canto.
Algunos folcloristas dan una explicación de tipo zoomórfico al origen y al nombre de la danza, derivándolo de «clueca», creyendo ver en nuestro baile una imitación del cortejo entre un gallo y una gallina. El baile de hombre sería equivalente a la rueda y al entusiasmo que pone el bípedo alado en su lucha amorosa y explicaría, además, el aire defensivo de la gallina, que se ve en la dama.
En cuanto a su origen, no se ha llegado a nada concreto, pero existen tres teorías que son dignas de mencionarse:
- Las que sostienen origen negro (africano);
- Las que sostienen origen indígena, y
- Las que sostienen origen europeo (español).
Cómo se baila cueca en Chile
Existen diferentes tipos de cuecas; las más conocidas son:
-Cueca Nortina
-Cueca Criolla
-Cueca campesina
-Cueca Valseada
-Cueca Larga
-Cueca Cómica
-Cueca Robada
-Cueca Porteña
-Cueca Chilota
La Cueca es un baile fiesta, los contertulios llevan en gran parte la responsabilidad de la alegría, mientras la cantora, la guitarra y el arpa rasgan, comienza el acompañamiento de golpes acompasados, el tamborileo sobre la caja de la guitarra o el arpa.
El huaso avanza hacia la joven que más le agrada y le ofrece el brazo, ella se levanta, acompañándolo en un breve paseo a lo largo de la sala. Terminado el paseo se colocan frente a frente, pañuelo en mano, y empieza el baile animado por la concurrencia.
Los pasos iniciales son muy medidos, tranquilos, vacilantes. Los pañuelos se mueven suavemente y surgiendo el giro insinuante de la Cueca, el huaso persigue a la china que le huye, y empleando el pañuelo como si fuera un suave lazo, la rodea sin tocarla y la trae porfiadamente a su lado. Ella se le acerca con elegancia y coquetería levantando ligeramente la falda con la mano izquierda, mientras que con la derecha mueve con gracia el pañuelo y huye nuevamente.
El huaso comienza el zapateo y suele parecer una competencia de habilidades consigo mismo hasta que llega la última vuelta y el abrazo y rodilla en tierra.