El escritor italiano Filippo Tommaso Marinetti declaró, en el Manifiesto futurista, que un coche de carreras o un motor revolucionado, es más hermoso que la Victoria de Samotracia, una escultura griega del año 190 a.C., considerada el modelo occidental de belleza. En esta corriente, la idea fue introducir un nuevo concepto: el desarrollo de una acción dentro de un espacio de tiempo, guiados por la aparente simultaneidad de los hechos que ocurren diariamente en la vida moderna, además de retener imágenes que pasan ante nuestros ojos con gran rapidez. Así por ejemplo, pintaban un perro que corría con doce patas.
Incluso iban más allá, pues también buscaban pintar el ruido, como en el caso del cuadro Los ruidos de la calle invaden la casa, del pintor italiano Umberto Boccioni.