El espacio -que se inicia donde termina la atmósfera- está ubicado a una distancia similar a la que existe entre Santiago y Puerto Montt. El problema para llegar hasta él no se encuentra tanto en la distancia, sino en la fuerza de gravedad terrestre, que provoca la caída de todos los objetos por mucho que se eleven.
Si pudiéramos viajar a 40 mil km/h (velocidad de escape) podríamos abandonar el planeta.
Otro impedimento que ha tenido que enfrentar el desarrollo de la astronáutica es que el espacio carece de aire, pues se encuentra encima de la atmósfera.
Por lo tanto, para viajar a través de él se necesita un vehículo que no dependa del aire ni para la elevación ni para el desplazamiento.