Una de estas clasificaciones tiene que ver con el origen (animal o vegetal), así como con su tipo (frutas, verduras, carnes, etc.). De acuerdo con esta distribución se divide en los siguientes grupos:
Grupo 1: Leche y sus derivados
Grupo 2: Carnes, pescados y huevos
Grupo 3: Legumbres, frutos secos y papas
Grupo 4: Verduras
Grupo 5: Frutas
Grupo 6: Pan, cereales, pasta, azúcar y dulces
Grupo 7: Grasas y aceites
También se pueden clasificar según la función que cumplen en el organismo, y se distinguen tres tipos:
– Alimentos plásticos o reguladores: son aquellos que ayudan a crecer y desarrollar músculos y huesos. Los alimentos de los grupos 1 y 2 poseen un alto contenido de proteínas, minerales como hierro y zinc, y vitaminas A, B y D.
– Alimentos energéticos: como su nombre lo dice, son los que nos aportan energía. Pertenecen a este tipo los alimentos ricos en carbohidratos (como los del grupo 3 y 6) y los que contienen lípidos (como los del grupo 7).
– Alimentos reguladores: contienen sustancias imprescindibles para mantener al organismo en buenas condiciones. Estos alimentos son los que contienen gran cantidad de vitaminas (principalmente, A y C) y pertenecen al grupo 4 y 5.
Pirámide alimenticia
Para lograr una dieta equilibrada y saludable, se diseñó una pirámide que clasifica a los alimentos de acuerdo con su aporte nutricional. Los ricos en carbohidratos se encuentran en la base, ya que se necesita ingerirlos en mayor cantidad. Luego le siguen las frutas y verduras. En el tercer nivel, están los alimentos ricos en proteínas (carnes y lácteos). Finalmente, en la punta, están las grasas, los aceites vegetales y azúcares, porque se deben comer en forma moderada.