No es lo mismo «escuchar» que «oír»
¿Por qué «escuchar» y «oír» no son lo mismo?
Claramente son sinónimos, pero hay una pequeña diferencia. Mientras «escuchar» implica oír y comprender lo que se dice, «oír» tiene como primera acepción: «Percibir con el oído los sonidos» (RAE). Es un simple acto que está muy lejos de lo que connota el término «escuchar«, que es dar sentido a lo que oímos y entenderlo como mensaje.
Factores importantes a considerar para escuchar
– Adaptarse al momento, a las circunstancias y a la persona con la cual se realiza el acto comunicativo.
– Lograr que el que está hablando se sienta cómodo y evidencie que el mensaje que está entregando es recibido de buena forma. Permitir que se exprese libremente.
– Hacer preguntas para aclarar dudas, demostrando interés por el mensaje que se recibe (a través de: «sí», «hum», «ajá», asentir con la cabeza, formular preguntas breves, matizando lo que están diciendo como «¿sí?», «no me digas»).
– Esperar, con paciencia, que el otro termine el mensaje para opinar, respetando los turnos de palabras.
– Evitar las distracciones.
– Ser empático con el otro, tratando de entender su punto de vista.
– Mantener un estado anímico concordante al mensaje.
Factores que afectan la capacidad de escuchar
– Ser indiferente o insensible al mensaje entregado por el emisor.
– Pasar por alto las manifestaciones tanto del lenguaje oral como las del paraverbal manifestadas por el emisor.
– Descalificar el contenido del mensaje que el emisor está entregando.
– Escuchar solo nuestras palabras.
– Interrumpir de forma reiterada.
– Tender a discutir sin escuchar, primero, el mensaje del otro.
– No mirarlo a los ojos mientras se produce el acto comunicativo.
– Desconcentrarse y pensar en otras cosas mientras se habla.
– Demostrar desinterés en la conversación.
– Ironizar, dudar, hacer comentarios irrelevantes, juzgar respecto de lo dicho por el otro hablante.
– Ser arrogantes y soberbios respecto al tema hablado.
– Hablar al mismo tiempo.
Ventajas de escuchar con atención y respeto
Las personas que saben escuchar con respeto:
– Aprenden de una manera indirecta, ya que integran información desconocida, de cualquier ámbito de la vida. Siempre el emisor de un mensaje puede entregar información que otro u otros desconocen.
– Ganan la consideración del otro, que al saber que está siendo escuchado, actuará de la misma forma cuando su turno sea el de escuchar independiente del tema que se esté hablando.
– Son buenos interlocutores, ya que logran una comunicación más amena.
– Generalmente son las tesoreras de los secretos y sentimientos más personales de los amigos y amigas.