Para conjugar un verbo es posible seguir un modelo, según el cual sólo es necesario cambiar la desinencia del verbo, en tanto su raíz se mantiene. Para cada Tiempo de cada Modo, existe una terminación distinta según la persona de la que se trate.
Por otra parte, desde el punto de vista de la conjugación, existen dos tipos de verbos: los llamados regulares y los llamados irregulares. Los verbos regulares son aquellos que pueden regirse por el modelo de terminaciones del que te hablamos, en cambio, los verbos irregulares no se rigen completamente por este modelo, ya que en algunos casos tienen otras terminaciones, e incluso algunos de ellos modifican su raíz al momento de ser conjugados.
A continuación, veremos el modelo según el cual pueden conjugarse los verbos regulares. Para presentar el modelo de cada conjugación utilizaremos un verbo que pertenezca a cada una de ellas. Serán los verbos amar, temer y vivir.