Las mezclas pueden clasificarse en heterogéneas, que son aquellas mezclas no uniformes y con partes físicamente distintas; y las mezclas homogéneas, que son mezclas uniformes en su totalidad y suelen llamarse solución. La mezcla homogénea de metales se denomina aleación.
Con la técnica adecuada, los elementos y compuestos de una mezcla pueden ser a menudo aislados.
Comprobemos cómo se puede hacer esto.
En este experimento podrás saber cómo se pueden separar los componentes de una mezcla gracias al manejo de los puntos de ebullición.
Otro método de separación conocido es la destilación, la cual consiste en apartar los componentes de una mezcla basándose en las diferencias en los puntos de ebullición de dichos componentes.
Un compuesto de punto de ebullición bajo se considera volátil, es decir, que puede convertirse más fácilmente en vapor, en relación con otros componentes de punto de ebullición mayor. Esto queda claro cuando se desea separar el alcohol del agua.
El alcohol es más volátil que el agua (su punto de ebullición es cercano a los 78ºC, mientras que el de agua es más alto, de 100ºC); por lo tanto, al destilar una mezcla de partes iguales de estos líquidos, como el alcohol es más volátil que el agua, al calentar la mezcla se volatilizará (evaporará) más rápido que el agua, y podrá ser recuperado en otro recipiente. Después de que la temperatura aumente a 100 grados, se detiene el proceso y el agua queda en el recipiente inicial de la mezcla.
En el experimento de destilación que realizaremos ahora podrás apreciar una situación similar para separar el agua de la sal en una solución salina, es decir, agua salada. Al encender el mechero y calentar la olla que contiene la solución salina, el agua se va evaporando, y al llegar a la superficie de la tapa, que está colocada inclinada hacia el borde de la olla, se condensa. Debido a la inclinación de la tapa, las gotas de agua comienzan a precipitarse en el molde de vidrio. De esta manera se obtiene el agua, y en la olla se recobra la sal que inicialmente se utilizó para la mezcla.
Compruébalo ahora…
Materiales
– Agua.
– Sal.
– Una olla pequeña.
– Un mechero.
– Un vaso de vidrio.
– Una tapa de olla (más grande que la de la olla que utilizarás).
– Un trípode.
– Un recipiente de vidrio.
Paso 1
Mezcla cuatro cucharaditas de sal en un vaso con agua. Luego, vierte esta solución salina en la olla.
Paso 2
Coloca la olla sobre el trípode con la tapa inclinada y enciende (con la supervisión de un adulto) el mechero.
Paso 3
Al irse calentando la mezcla, el agua se evapora y llega hasta la superficie de la tapa, donde se condensa. Como la tapa está inclinada, las gotas caen en la fuente de vidrio. Así, se obtiene el agua y en la olla se recupera la sal que habías usado en la mezcla.