Las células de la sangre requieren una renovación constante. Sólo 7 a 10 días dura una plaqueta, 10 a 12 horas un glóbulo blanco y un promedio de 120 días los glóbulos rojos. Y dependerá de las células troncales que todo este proceso formador de sangre mantenga su equilibrio y sea normal.
De los glóbulos rojos o hematies, que corren por nuestras venas, depende la purificación del organismo.
Son ellos los encargados de llevar el oxígeno al resto de las células del cuerpo y de recoger de ellas los desechos del metabolismo (bióxido de carbono) para expulsarlos al exterior a través de los pulmones.
Basta una pequeña hemorragia para que disminuya la cantidad de oxígeno enviado a los tejidos, lo que requiere un incremento inmediato de la producción de glóbulos rojos.
Los glóbulos blancos o leucocitos, también llamados fagocitos, constituyen la defensa del organismo. Son los encargados de destruir todos los virus y microbios.
Las plaquetas o trombocitos son células necesarias para la coagulación de la sangre. Sin ellas la persona sufre incapacidad para coagular.
Células troncales
Aunque por el microscopio la célula troncal no se puede reconocer, los estudios avanzados que actualmente existen de ella permiten conocer todo su proceso de maduración.
Cómo prosperan, desde que están inmaduras en la médula hasta que se van a la circulación.
Incluso hay bastante claridad acerca de los factores que ayudan a la diferenciación de la célula troncal.
Son las llamadas sustancias estimuladoras de colonia, las que actúan haciendo que la célula troncal se comprometa con la formación de glóbulos rojos, glóbulos blancos o plaquetas.
Proceso irreversible
Pero una vez iniciado el proceso de diferenciación es irreversible.
Quedan como hijas sólo algunas células troncales, y el resto sigue adelante su camino, sin poder nunca más volver atrás.
Por técnicas de ingeniería genética se ha podido ya identificar las hormonas, que como factor estimulante de colonias actúan dentro de la médula ósea o estroma para dirigir la diferenciación.
Se les llama hormonas de corto alcance y ya la medicina ha logrado clonarlas y producirlas. en el laboratorio.
Por ejemplo, la eritropoyetina, que es la hormona que activa la producción de glóbulos rojos. Se aplica a los enfermos de anemia como los dializados por dolencias de riñón.
Según los expertos, este tipo de medicamentos que estimulan la formación de células a partir de la célula troncal, estará a corto plazo en venta al público en las farmacias. Son hormonas cuyo reconocimiento se logró sólo ha ce un año y ahora ya están en uso clínico.
Todos estos avances médicos, en materia de identificación de hormonas y trasplante medular están dirigidos a la recuperación de la célula troncal totipotencial.